Dios permite que pasemos diversas situaciones para nuestro bien eterno.

Recordemos que nuestro Padre: Dios, permitió que su amado Hijo Jesús fuera crucificado injustamente porque El tenía un propósito superior e incomprensible para la mayoría de las personas.
La única manera de poder salvarnos y declararnos justos ante El, era que el cordero perfecto (Jesús) muriera en lugar de nosotros por sustitución.
Dios permitió su sufrimiento por amor a nosotros y para salvarnos.
Juan 3:16-17.
Debemos entender que todo "lo malo" (a nuestros ojos) que nos haya sucedido ha sido permitido por el Señor para poder cumplir en nosotros su propósito y hacernos más y más como su Hijo Jesús.
Dios permite cosas que nos pasen para que podamos comprender a los demás y consolarlos con la misma consolación que nos dio a nosotros, fortalecernos en esas áreas de nuestra vida y muchas otras cosas más. 2 Corintios 1:3-4.
Todo ha sido permitido y planeado por el Señor que nos ama, mucho más de lo que nosotros amamos a nuestros hijos.
No ha permitido que nos sucediera nada que no fuera para nuestro propio bien y por el mayor bien de los que nos conocerán después de ser fortalecidos y consolados en esas áreas.
Debemos dejar de pensar y quejarnos de nuestras heridas o cicatrices y entender que fue Dios que permitió que las sufriéramos según su perfecto plan para con cada uno de nosotros.
Por ejemplo al Apóstol Pablo Dios le permitió perseguir a su Iglesia y eso lo motivó después para esforzarse más que nadie para edificarla.
Aquel que Jesús sanó de una enfermedad o un vicio luego tiene más autoridad para hablarles a otros y llevarles sanidad (a través de Jesús) a los que están ahora en la situación que el estuvo, y probablemente tenga más compasión por ese tipo de personas que otro que no pasó lo que pasó el.
Jesús mismo que fue tentado en todo según nuestra semejanza (aunque nunca pecó) ahora es poderoso para socorrer a los que son tentados. Hebreos 4:15; 2:18.
Dios quiere que seamos "sanadores" de otros que están pasando por lo que pasamos nosotros.
Debemos agradecer a Dios por su plan perfecto para con nosotros a fin de podernos utilizar más poderosamente en la extensión de su Reino y de hacernos más parecidos a su hijo Jesús y para que "participemos de su santidad". Hebreos 12:10.
Probablemente muchos hombres de Dios que han sido muy utilizados por El, sufrieron primero humillaciones, incomprensiones y muchas otras cosas a fin de no caer más adelante en diversos pecados, trayendo de esa manera deshonra para la obra de Dios.
Demos gracias entonces por lo que Dios ha permitido que pasemos en nuestra vida y confiemos completamente en El, pues "El sabe lo que hace" y
su plan para con nosotros fue, es y será perfecto. Gracias Dios mío.

Su debilidad se convirtió en fortaleza. Hebreos 11:14b NTV

Predicador Gustavo Isbert