Confíe plenamente en Jesús

Confíe plenamente en el Señor.

Debes vivir disfrutando la vida diaria, siendo un cristiano normal, que brilla, que vive con "la caña de pescar siempre en la mano" (es decir estando siempre preparado y atento para ganar personas para Cristo) y que es lleno del Espíritu Santo. También alguien que se deja guiar por El y actúa con su poder cuando es el momento justo.
Di esto: voy a permanecer sentado con Cristo y disfrutar del descanso del Señor mientras El se ocupa de esta situación y la usa para bendecirme.
Espera el tiempo perfecto de Dios: Dios construyó la reputación y carrera de José. Lea Génesis capitulo 39 y siguientes.
Lo puso en el lugar apropiado en el momento justo. Así sucederá contigo.
Le dio favor ante la gente adecuada y lo enalteció cuando fue el momento exacto. Así sucederá contigo.
Nosotros no tenemos que depender del brazo de carne (las fuerzas humanas) en nuestros esfuerzos por vencer la adversidad, la oposición, ganar favor y promoción. Cuando Dios esté listo para moverse en nuestras vidas, El nos dará ese favor y promoción y no habrá demonio ni persona en la tierra que pueda impedir que suceda.
Si Dios es por nosotros ¿quién puede estar en contra de nosotros?
Romanos 8:31.

(Salmos 118:24)
Este es el día que hizo Jehová;
Nos gozaremos y alegraremos en él.

(Salmos 35:27)
Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa,
Y digan siempre: Sea exaltado Jehová,
Que ama la paz de su siervo.

(Filipenses 4:4)
Alégrense siempre en el Señor. Repito: ¡Alégrense!

(Filipenses 4:5)
Que todos los conozcan a ustedes como personas bondadosas. El Señor está cerca.

(Filipenses 4:6)
No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también.

(Filipenses 4:7)
Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús.

(Juan 14:1)
"No se angustien ustedes. Crean en Dios y crean también en mí.

(Juan 14:27)
"Les dejo la paz. Les doy mi paz. No se angustien ni tengan miedo.

(1 Pedro 5:6)
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
(1 Pedro 5:7)
echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.

(1 Pedro 5:6)
Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los enaltezca a su debido tiempo.
(1 Pedro 5:7)
Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes.

(Isaías 30:15)
El Señor, el Dios Santo de Israel, dice:
"Vuelvan, quédense tranquilos
y estarán a salvo.
En la tranquilidad y la confianza
estará su fuerza."

(Isaías 30:15)
Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza.

(Romanos 4:19) Abraham.
Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.
(Romanos 4:20)
Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,
(Romanos 4:21)
plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido. (Hay cientos de promesas de Dios para usted en su palabra, la Biblia).

(Romanos 4:19)
La fe de Abraham no se debilitó, aunque y a tenía casi cien años de edad y se daba cuenta de que tanto él como Sara y a estaban casi muertos, y que eran demasiado viejos para tener hijos.

(Romanos 4:20)
No dudó ni desconfió de la promesa de Dios, sino que tuvo una fe más fuerte. Alabó a Dios,

(Romanos 4:21)
plenamente convencido de que Dios tiene poder para cumplir lo que promete.

(Isaías 48:17)
Así dice el Señor, tu redentor,
el Dios Santo de Israel:
"Yo soy el Señor tu Dios;
yo te enseño lo que es para tu bien,
yo te guío por el camino que debes seguir. (no el que imaginas vos)

(Isaías 48:17)
Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir.

(Mateo 6:8)
No sean como ellos, porque su Padre y a sabe lo que ustedes necesitan, antes que se lo pidan.

(Mateo 6:32)
Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que y a sabe que las necesitan.

(Lucas 12:30)
Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.

(2 Crónicas 32:7) Dijo el Rey Ezequías.
Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él.
(2 Crónicas 32:8)
Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.

(2 Crónicas 32:7)
"¡Sean fuertes y valientes! No tengan miedo ni se desanimen ante el rey de Asiria y todo el numeroso ejército que lo acompaña, porque nosotros tenemos más que él.
(2 Crónicas 32:8)
Él cuenta con la fuerza de los hombres, pero con nosotros está el Señor nuestro Dios para ayudarnos a luchar nuestras batallas." Al oír las palabras del rey Ezequías, el pueblo se sintió animado.

(Filipenses 1:6)
estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;

(Hechos 7:10)
y le libró de todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón rey de Egipto, el cual lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.

(Jeremías 17:7)
Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
(Jeremías 17:8)
Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.

(Jeremías 17:7)
"Pero bendito el hombre que confía en mí,
que pone en mí su esperanza.
(Jeremías 17:8)
Será como un árbol plantado
a la orilla de un río,
que extiende sus raíces hacia la corriente
y no teme cuando llegan los calores,
pues su follaje está siempre frondoso.
En tiempo de sequía no se inquieta,
y nunca deja de dar fruto.