(Marcos 11:9) Soy bendito porque en mi viene Cristo y yo vengo en el nombre del Señor.
Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
(Lucas 10:19) Tengo autoridad sobre el diablo y sobre TODOS los demonios juntos.
He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
(Mateo 8:9)
Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Vé, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
(Marcos 3:15)
y que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar fuera demonios:
(Marcos 6:7)
Después llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos; y les dio autoridad sobre los espíritus inmundos.
(Lucas 9:1)
Habiendo reunido a sus doce discípulos, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades.
(Mateo 10:1)
Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
(Efesios 1:17)
para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,
(Efesios 1:18)
alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
(Efesios 1:19)
y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,
(Efesios 1:20)
la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,
(Efesios 1:21)
sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
(Efesios 1:22)
y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
(Jeremías 33:3) Puedo clamar a Dios y el me responde.
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
(Mateo 7:7)
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
(Hebreos 4:16)
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
(Marcos 16:17) Puedo usar el nombre de Cristo, actúo en su nombre (es como si el mismo actuara).
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
(Marcos 16:18)
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
(Lucas 24:47)
y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
(Juan 14:14)
Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
(Mateo 26:53) Puedo clamar y vienen ángeles poderosos a ayudar, a fortalecer etc.
¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?
(Génesis 12:3) Dios bendice a los que me bendicen y maldice a los que me maldicen.
Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré…
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