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Lo que tengo te doy Parte II

LO QUE TENGO TE DOY:
Parte 2: TE DOY.

Ver:
1. Lo que tengo
2. Te doy
3. La guía del Espíritu santo

(Hechos 3:6)
Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
(Juan 5:4) Jesús se guiaba por lo que veía hacer al Padre.
Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.
(Juan 5:5)
Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.
(Juan 5:6)
Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?
(Juan 5:7)
Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien (si tiene a alguien: a Jesús) me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.
(Juan 5:8) Jesús no ora sino que ordena.
Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.
(Juan 5:9)
Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.
(Hechos 16:6) Guía del Espíritu santo para hacer o no hacer.
Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia;
(Marcos 11:23) No dice cualquiera que orare y tampoco (si un gran “santo”).
Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
(Mateo 24:14) Estamos en el principal propósito.
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
(Éxodo 4:21) Debemos hacer nosotros lo que ya nos dio y ordenó hacer.
Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo.
(Éxodo 14:15)
Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Dí a los hijos de Israel que marchen.
(Éxodo 14:16) Le dijo que lo divida Moisés.
Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.
(Éxodo 14:21)
Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.
(Éxodo 14:26)
Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería.
(Éxodo 14:27)
Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar.
(Éxodo 14:14)
Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.
(Marcos 16:17) Echa tú demonios, pon tú tus manos.
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
(Lucas 6:19) Al igual que El nos pasa eso (lo vemos en la práctica).
Y toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él y sanaba a todos
(Santiago 5:14) Los ancianos no todos eran “super” santos pero la orden de lo que sucederá está ya dada.
¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
(Santiago 5:15)
Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará;
(Santiago 5:16)
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
(Jueces 6:16)
Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y(Tú) derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.
(Mateo 17:20) Nosotros diremos;
Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.

(Marcos 16:17) Las señales nos seguirán, no debemos orar para que suceda algo que ya dijo el Señor que sucedería.
Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
.(Marcos 16:18)
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
(Marcos 16:20) Hoy es igual que antes. Cristo está resucitado y vivo.
Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.

Debemos predicar para que sucedan cosas como Salvaciones, sanidades llenamientos del Espíritu Santo, prosperidades etc.
(1 Corintios 1:21) Pero para que suceda NOSOTROS debemos predicar.
Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
(Mateo 12:41) Si Jonás no hubiera hablado ellos se hubieran muerto y condenado.
Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí (hay) más que Jonás en este lugar. Y Jesucristo vive en nosotros.
(Josué 10:7) Debemos ser como Josué. Y estar rodeados de personas valientes.
Y subió Josué de Gilgal, él y todo el pueblo de guerra con él, y todos los hombres valientes.
(Josué 10:8) Antes que suceda algo Dios ya le dice el resultado.
Y Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos; porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos prevalecerá delante de ti.
(Josué 10:11)
Y mientras iban huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, Jehová arrojó desde el cielo grandes piedras sobre ellos hasta Azeca, y murieron; y fueron más los que murieron por las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel mataron a espada.
(Josué 10:12) Josué ordenó.
Entonces Josué habló a Jehová el día en que Jehová entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas:
Sol, detente en Gabaón;
Y tú, luna, en el valle de Ajalón.

(Josué 10:13)
Y el sol se detuvo y la luna se paró,
Hasta que la gente se hubo vengado de sus enemigos.
¿No está escrito esto en el libro de Jaser? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero
(Josué 10:14)
Y no hubo día como aquel, ni antes ni después de él, habiendo atendido Jehová a la voz de un hombre; porque Jehová peleaba por Israel.

(Marcos 16:15) Hoy estamos en algo aún más importante:
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
(Lucas 17:6)
Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.
(Lucas 11:20) Dios está detrás de todo esto es entonces lógico que hayan milagros. Es para los que creen.
Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el Reino de Dios ha llegado a vosotros.
(Lucas 11:21)
Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee.
(Lucas 11:22) Jesús ya venció al diablo y nos manda a recoger el botín.
Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín.
(Marcos 9:38) Uno que entendió: (le cayó la ficha).
Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía.
(Marcos 9:39)
Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí.
(Marcos 9:40)
Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.
(Hechos 6:8) Otro que entendió.
Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios y señales entre el pueblo.
(Hechos 9:34) Otro que entendió, da ordenes al ver a Jesús que quiere sanar.
Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó.
(Hechos 16:18) Entender “lo que tengo” y darlo: Ej del Ingeniero y el boxeador. Pablo no pide a Dios que salga o lo saque sino que ordena como embajador del Reino de Dios.
Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.

(Hechos 13:11) Ordena al captar la voluntad de Dios. (No ora, ni se lamenta).
Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quien le condujese de la mano.
(Marcos 4:39) Jesús daba ordenes. Sabía que tenía el poder del E.Santo que tenemos nosotros.
Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza.
(Juan 14:12) Jesús dijo esto: Nosotros podemos porque Cristo vive en nosotros.
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
(2 Corintios 4:7)
Pero tenemos este tesoro (Jesús) en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
(Colosenses 1:29)
para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.
(Romanos 15:18)
Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras,
(Romanos 15:19)
con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo.
(Romanos 15:20)
Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio.
(Juan 5:19) Debemos caminar cerca de El para ver lo que está haciendo ahora.
Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.
(Juan 11:22) Podemos ser como El.
Mas también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.

(Juan 11:41) Ya sabía antes la voluntad y la respuesta del Padre.
Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.

(Juan 11:42) Digamos, creamos y vivamos eso.
Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado.
Luego de decir esto dio la orden y Lázaro resucitó.

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