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Discipulado Cristiano. Lección 23.

Lección 23

EL FRUTO DEL ESPÍRITU

(Segunda parte)

Permíteme recordarte que lo importante de estos estudios es aplicar la enseñanza de la Palabra de Dios a tu vida práctica. De manera que al considerar los seis siguientes aspectos del fruto del Espíritu, ora que el Espíritu Santo te revele si tu carácter cristiano está fallando en alguno de estos aspectos, y pide al Señor que te ayude a que este fruto del Espíritu se dé en tu vida a plenitud, por medio de la renovación de tu alma a la imagen de Cristo. Recuerda que el crecimiento hacia la madurez es un principio de la vida en cualquiera de sus formas.

Ahora que hemos visto en la lección anterior los primeros tres aspectos del FRUTO DEL ESPÍRITU: amor, gozo y paz, continuemos con los siguientes aspectos: paciencia, benignidad, bondad, fe, manse­dumbre y templanza o dominio propio.

A. PACIENCIA

Este aspecto del fruto del Espíritu tiene que ver con nuestro trato con los demás. No es el "aguantar" estoicamente, "apretando los dien­tes"; ni es indiferencia, apatía o la reacción natural de un temperamento flemático. Tampoco es hacer las cosas con lentitud o parsimonia, como si tuviéramos todo el tiempo del mundo.

La paciencia, como una parte del fruto del Espíritu, es la inmutabi­lidad ante la provocación. Es el soportar los maltratos sin resentimiento, ira ni deseo de revancha. Es la aceptación de las pruebas y sinsabores de la vida sin enojo ni amargura. Es estar tan seguros del amor de Dios; del camino que transitamos y de la meta hacia la cual transitamos por la vida, que los incidentes no nos pueden apartar de esa serena certeza.

a. En Santiago 5:7-8, ¿por qué espera con paciencia el labrador?

b. ¿Y por qué debemos tener paciencia los creyentes?

¿Te das cuenta que una de las bases de nuestra paciencia es la esperanza? Job exclamó: "¡Yo sé que mi Redentor vive!", y eso le permitió tener tanta paciencia ante las pruebas.

Dios tiene paciencia con nosotros, porque conoce nuestras debilida­des, pero al mismo tiempo conoce sus propios planes para con nosotros, y lo que hará al final de los tiempos cuando culmine el proceso de nuestra redención.

Debemos tener esa misma paciencia para con nuestros hermanos en Cristo, porque el Señor está tratando personalmente con cada uno de sus hijos, y tenemos la esperanza de que Él nos terminará de perfeccionar a todos.

AMOR + ESPERANZA = PACIENCIA
¿En qué debemos tener paciencia según los textos siguientes?

a. Efesios 4:2:

b. 2 Tesalonicenses 1:4:

c. 2 Timoteo 4:2:

d. Hebreos 6:12

B. BENIGNIDAD

Es la amabilidad que surge de un corazón que ama. Tiene que ver con las actitudes para con los demás. Es lo contrario de un carácter áspero y tosco. "¿Recuerdas 1 Corintios 13:4: "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia. .."? En ese texto también se nos dice que la benignidad es resultado del amor agape, del amor de Dios.

Todos deseamos que nos traten bien, con amabilidad. El fruto del Espíritu nos lleva a tratar bien a los demás, aunque ellos no nos traten bien.

a. Efesios 4:32. ¿Cómo debemos ser unos con otros?

b. Colosenses 3:12. ¿De qué debemos vestirnos?

c. ¿Cómo debemos hablar con los demás según Colosenses 4:6?

C. BONDAD

Es la cualidad de una persona regida por lo que es bueno, y cuya meta es el bien. No es "blandura", porque muchas veces por bondad tenemos que ser duros, como cuando disciplinamos a nuestros hijos. Es también resultado del amor, porque por amor deseamos lo mejor para los demás.

El Señor Jesús fue benigno con la mujer pecadora, pero fue bueno en la purificación del templo a pesar de su energía.

De la misma manera, cuando los padres castigan justamente a sus hijos, no lo hacen por malos sino por buenos, porque desean su bien. El problema surge cuando los padres castigan para desfogar su ira, y no por amor.

a. Romanos 11:22. ¿Con qué actitud está unida la bondad en este texto?

b. Romanos 15:14. ¿Para qué nos capacita la bondad?

c. En Efesios 5:9, ¿con qué virtudes va unida la bondad?

Vemos, pues, que ser buenos no es ser tolerantes con el pecado o con el mal, sino desear y hacer todo aquello que promueva el verdadero bien, bien que está inseparablemente unido a la justicia y a la verdad de Dios. Siempre la bondad estará de acuerdo con la Palabra y con la santidad de Dios.

D. FE

No se refiere a la fe salvadora, que es don de Dios a todo creyente (Efesios 2:8), ni a la fe que se apropia de las promesas de Dios, sino a la actitud de certidumbre y confianza inalterables en la realidad y fidelidad de Dios, y que llega a formar parte del carácter de un creyente lleno del Espíritu.

a. En Hebreos 11:32-39, ¿qué produjo la fe de estos hombres?

d. En 2 Corintios 5:6-9, ¿cómo es la vida del que tiene fe como rasgo de su carácter?

c. En 1 Corintios 13:13, ¿qué cosas permanecerán cuando las demás desaparezcan?

Nota que la fe mencionada permanecerá juntamente con la esperanza y el amor, aún cuando ya no sean necesarias la fe salvadora ni la fe para apropiarse de las promesas, porque nuestra salvación se habrá comple­tado y ya estaremos disfrutando del cumplimiento de todas las promesas de Dios. Es porque se refiere a la fe como manifestación del fruto del Espíritu, como rasgo de nuestro carácter, que permanecerá por la eterni­dad.

d. En 2 Corintios 5:6-9, ¿cómo es la vida del que tiene fe como rasgo de su carácter?

E. MANSEDUMBRE

"Mansedumbre es aquella disposición de espíritu con la que acepta­mos los tratos de Dios con nosotros como buenos, y por ello sin discutirlos ni resistirlos. Como consecuencia, también considera que los maltratos e insultos de los hombres malos son permitidos y empleados por Dios para la disciplina y purificación de sus elegidos" (W.E.Vine).

a. Números 12:3. ¿Cómo era Moisés?__________________________

b. Mateo 11:29. ¿Cómo era Jesús?_____________________________

c. ¿Por qué crees que Moisés y Jesús fueron mansos?

d. En Santiago 3:13, ¿cómo se demuestra la verdadera sabiduría?

e. En Efesios 4:2, ¿con qué está relacionada la mansedumbre?

f. ¿Qué promesa hay para los mansos?

F. TEMPLANZA (DOMINIO PROPIO)

Dice 2 Timoteo 1:7: "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio". "Templanza" o "dominio" es traducción de la palabra griega eukrateia, que significa "fuerza, poder". Es el resultado de ejercer la fuerza de voluntad, el dominio propio para no hacer aquellas cosas que no agradan a Dios o que nos hacen daño.

No se aplica solamente a la bebida, sino a todo exceso dañino como la glotonería; el vicio de la televisión; la pereza o el exceso en el trabajo; o a nuestra actitud ante las tentaciones: la sensualidad, el dinero, etc.

La templanza nos ayuda a vivir en un equilibrio sano, propio de la verdadera santidad práctica.

a. Según 1 Corintios 6:19, ¿porqué debemos tener dominio propio para no hacer cosas que nos dañen?

b. ¿Según Santiago 3:1-8, ¿cuál es la prueba de que tenemos realmente dominio propio?

Conociendo ahora los nueve aspectos del FRUTO DEL ESPÍRITU, y si el Espíritu Santo te ha revelado cuáles están faltando en tu vida, pues ... ¡a alcanzarlos con la ayuda de Dios! Será un proceso de transforma­ción a la imagen de Cristo por medio de la renovación de tu alma. Lo que es imposible para el hombre natural, es posible para ti, ¡porque ahora tienes la vida de Dios! Comienza cada día pidiendo al Señor que te llene de su Espíritu, y que tu vida pueda mostrar el FRUTO DEL ESPÍRITU, para gloria de Dios. Haz tuyas las palabras de Pablo: `Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13).

Memoriza los siguientes versículos

"Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna."

Romanos 6:22

"Mas el fruto del espíritu es amor, gozo, paz paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley."

Gálatas 5:22-23

Notas y comentarios

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