Te preguntas: ¿Qué debes hacer?
Ámame por sobre todas las cosas
Marcos 12:29-31
Ama a los demás como a ti mismo
Juan 13: 34-35
Camina conmigo
Génesis 5:24; Juan 1:43; Juan 21:19.
Sígueme a dondequiera que yo vaya
Apocalipsis 14:4
Déjame que me exprese a través tuyo
Romanos 15:18; Hechos 9:34
Haz salvos a todos los que puedas
Romanos 11:14; Hechos 11:14
Procura que me reciban a mí y a mi Espíritu Santo
Juan 1:12; Efesios 1:13-14
Procura que todos sean llenos de mí Espíritu Santo
Efesios 5:18; Hechos 9:17; Hechos 19:6
Enséñales todas mis cosas
Mateo 28:20; Hechos 20:27
Háblales de mi Reino
Marcos 1:14:15; Hechos 28:23, 31; Lucas 9:2
¡Diles que Yo vengo pronto!
Apocalipsis 22:12
¡Recuerden siempre que yo los amo más que nadie!, y que todo es posible para mí, aún cambiar el corazón de ustedes para que puedan vivir todas estas cosas.
Ezequiel 36:26-27.
Jesús.
Iglesia Cristo Rey. Calle 9 de Julio 1563 Miramar BsAs
(Marcos 12:29)
Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
(Marcos 12:30)
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
(Marcos 12:31)
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
(Juan 13:34)
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
(Juan 13:35)
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
(Génesis 5:24)
Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.
(Juan 1:43)
El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme.
(Juan 21:19)
Esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme.
(Apocalipsis 14:4)
Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va.
(Romanos 15:18)
Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras,
(Hechos 9:34)
Y le dijo Pedro: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y en seguida se levantó.
(Romanos 11:14)
por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos.
(Hechos 11:14)
él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa.
(Juan 1:12)
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
(Efesios 1:13)
En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
(Efesios 1:14)
que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
(Efesios 5:18)
Sed llenos del Espíritu.
(Hechos 9:17)
Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
(Hechos 19:6)
Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
(Mateo 28:20)
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
(Hechos 20:27)
porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios.
(Marcos 1:14)
Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,
(Marcos 1:15)
diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.
(Hechos 28:23)
Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas.
(Hechos 28:31)
predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.
(Lucas 9:2)
Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos.
(Apocalipsis 22:12)
He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
(Ezequiel 36:26)
Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
(Ezequiel 36:27)
Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
Predicador Gustavo Isbert www.elcieloesunlugar.com.ar
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